Por: Richard Moreno Bustos
Todos vemos con beneplácito el derroche de talento peruano y la exquisitez de nuestra comida en la cuarta feria gastronómica “Mistura 2011”. Es claro que el potencial culinario para afianzar “lo nuestro”, que fomenta el turismo y permite exportar cultura y sabor tiene una indiscutible tendencia creciente.
Sin embargo, es bueno tener en cuenta que para una “buena cocina” se requieren buenos ingredientes o insumos; ¿De dónde provienen esos insumos? La respuesta es evidente… de nuestra ¡¡Pequeña Agricultura!! Sí, la marginada, discriminada, maltratada, ignorada y empobrecida agricultura familiar.
Esta actividad tradicional y generadora de bastante empleo, brinda al mundo su riqueza dando sabor a la cocina peruana que tantos reconocimientos y premios viene obteniendo en estos últimos años, y que también refuerza “nuestro sentido de identidad y patriotismo”.
Pero, contrario a impulsarla vemos con preocupación que los últimos años la inversión pública en este gran sector es insignificante: en el 2007 de un presupuesto total[1] en Ancash de S/. 2,455 Millones solo 5% se destinaba al agro, mientras que en el 2011, de S/. 4,007 millones de presupuesto sigue siendo 5% la apuesta agraria del estado.
Quizá sea momento para que desde el Gobierno Regional de Ancash se adopten políticas regionales y con ella las inversiones que afiancen nuestra capacidad productora de alimentos y de insumos para la prometedora gastronomía nacional. Adicionalmente, un buen punto de partida podría ser la mayor difusión de aquel “Inventario Gastronómico de Ancash” que fue elaborado por Antamina[2] y que puede permitirnos evidenciar mucho mejor las posibilidades que se abren para la actividad agrícola desde Mistura.
[1] Están involucrados tres niveles de gobierno.
[2] El documento fue promovido por Asociación Ancash que en el 2009 motivó un grupo focal para seguir identificando nuestros platos típicos en la zona.