Por: Richard Moreno Bustos
Ancash es uno de los principales departamentos del país que vive el “boom” minero. Esta situación le permite disponer en la actualidad de ingentes recursos públicos, inimaginables en otros tiempos, para financiar el desarrollo de políticas e inversiones regionales importantes que promuevan la mejora en la calidad de vida de la población, sobre todo de un segmento tan importante como es la Pequeña Agricultura.
Ancash es uno de los principales departamentos del país que vive el “boom” minero. Esta situación le permite disponer en la actualidad de ingentes recursos públicos, inimaginables en otros tiempos, para financiar el desarrollo de políticas e inversiones regionales importantes que promuevan la mejora en la calidad de vida de la población, sobre todo de un segmento tan importante como es la Pequeña Agricultura.
La pobreza de la población rural en el departamento llega al 49.4%[1] de sus integrantes; el 29.7%[2] de las personas con trabajo (PEA ocupada) se dedica a la actividad agropecuaria y, aunque la productividad de este grupo económico es bastante baja, es indiscutible que su potencial radica en su vocación para la producción de alimentos y en su característica de ser grupo poblacional estratégico para afrontar los futuros problemas de escasez de “agua”, dadas las distorsiones provocadas por el “Cambio climático”.
Sin embargo, la principal dificultad que enfrentan los gobiernos sub nacionales, especialmente los regionales, son sus limitaciones para establecer políticas regionales sólidas que le den un rumbo adecuado a la intervención pública y privada en el territorio nacional; y, en el caso de Ancash, a lo anterior se suma la “ausencia” de un verdadero interés político desde el gobierno nacional y regional para desarrollar la “Pequeña Agricultura”, lo que se puede apreciar cuando se observa la progresiva disminución de presupuesto destinado a ella. Y es que la apuesta de estas instancias de gobierno parece sesgada solamente a impulsar proyectos de “Agroexportación” (caso del Proyecto Especial CHINECAS), descuidando el sector que sostiene buena parte del empleo generado en el departamento.
Por el lado de la pobreza y desnutrición infantil, la iniciativa de articular 13 programas sociales a través de la “Estrategia Crecer”, la analizamos abordando la participación que tiene AGRORURAL, programa social que también hace notar el mínimo aporte del estado, así como la preocupante situación y abandono en que se encuentra la agricultura familiar.
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